"A menos que seamos consecuentes con nosotros
mismos, nunca nos acercaremos ni a mil kilómetros de la Torre."
La torre oscura – Stephen King
El pistolero que antaño
perseguía al hombre de negro ahora cabalga solo.
Vaga por las vastas
llanuras de un mundo al que ya no pertenece.
Un mundo que cambió hace
mucho.
La mayoría de la gente se
adaptó al cambio, siendo el cambio un mero eufemismo de la muerte.
Él se negó a cambiar.
Creyó que su mano estaba
hecha para repartir justicia, sin llegar a comprender que la persona que juzga
eternamente está condenada a darse cuenta de que todos los hombres son
imperfectos.
Ahora cabalga solo, sin
más compañía que sus revólveres y su viejo caballo, el cual no tardará en
asumir su cambio.
Aun así el seguirá,
no por convicción,
ni por orgullo,
si no por inercia,
porque no conoce otra
vida, ni otra meta, que la de alcanzar la torre oscura que se perfila en su horizonte desde que aprendió a levantar la vista del suelo.
Peraltucho
No hay comentarios:
Publicar un comentario