Mark Oliver Everett.
Puede que este nombre no te diga nada.
Puede que no sepas quién es ni qué ha hecho en la vida, pero
nuestra historia comienza con él.
Mark Oliver Everett
es uno de mis artistas favoritos. Lo conocí una tarde en Granada cuando un amigo
me puso en su casa el vinilo de “Hombre Lobo”. Lo escuchamos de principio a
fin. Los dos sentados en la habitación mirando al techo mientras seguíamos el
ritmo de la música con los pies. Cuando la aguja llegó al final de la cara B,
me giré hacia él y le pregunté ¿Qué más tienes de este tío? Y me pasó todos los
discos que tenía de él. El grupo en el que cantaba, componía y tocaba casi
todos los instrumentos que puedas imaginar se llamaba (y se llama) Eels. Me
atrapó de sobremanera. Me puse a buscar que más había de este hombre y descubrí
que había escrito un libro, “Cosas que los nietos deberían saber”. Así que salí
a la calle a comprarlo. A día de hoy sigue siendo de los libros que más me han
gustado en mi vida.
El caso es que leyendo ese libro descubrí que el padre de
Mark era el físico norteamericano Hugh Everett, el científico que propuso la
teoría de los Universos Paralelos. Trataré de explicaros en qué consiste esta
teoría:
Imaginad que lanzáis una moneda al aire.
Puede que salga cara o puede que salga cruz.
Tenéis un cincuenta por ciento de posibilidades de que
ocurra cualquiera de las dos opciones.
Esta teoría nos dice
que en el momento que la moneda toca el suelo el universo se divide en dos.
En uno saldrá cara, y en el otro saldrá cruz.
Ahora imaginaros que
aplicásemos este mismo razonamiento a todas las decisiones que podamos tomar
desde que nacemos. Habría infinitos universos paralelos. La teoría de Hugh iba
más lejos y era mucho más compleja pero a grandes rasgos era eso.
La teoría de los Universos Paralelos es algo que siempre me
ha fascinado, pues las posibilidades que plantea son infinitas y cualquier
decisión que pudieses haber tomado en el pasado hubo una parte de ti que la
tomó y que siguió adelante con ella. Puede que haya en otro universo otro yo
que sea un escritor de éxito, o piloto de avión, o presidente, o un asesino en
serie, etc… si eres capaz de imaginarlo existirá en otro universo.
En base a esta teoría se creó otra “sub-teoría” a la que se
llamó “Suicidio Cuántico”. Esta teoría dice que, si damos por cierta la teoría
de los Universos Paralelos, nunca podríamos morir. Me explico. Si cogiésemos un
revolver que tuviese nada más que la mitad de las balas y jugásemos a la ruleta
con él, tendríamos un cincuenta por ciento de pegarnos un tiro, pero lo que nos
dice la teoría de los universos paralelos es que en un universo moriremos y en
otro seguiremos vivos. Como uno debe ser consciente de su propia existencia por
muchas veces que repitamos este proceso nunca podríamos volarnos la cabeza,
siempre terminaríamos en el universo donde sobrevivimos.
Y aunque parezca una tontería saber todo esto me reconforta
muchísimo. Sabiendo que hay infinitos universos posibles hemos ido a terminar
en uno donde nuestros políticos eligieron ser corruptos, donde nos llevaron a
una crisis económica, donde las guerras asolan el planeta, donde cada día
parecemos ser más desgraciados, etc… pero a pesar de todo esto, a pesar de
haber terminado en uno de los más ruines universos posibles, el saber que en el
fondo somos “inmortales” me reconforta.
Peraltucho
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