Es curioso, siempre he creído saber cual es mi primer recuerdo, y por tanto asumí que a los demás les pasaría lo mismo, pero recientemente me he dado cuenta de que soy de los pocos afortunados que lo recuerdan con certeza. Aunque pocas veces lo he comentado, siempre me ha parecido importante que una persona supiese cual es su primer recuerdo, cuándo y cómo empieza su vida… Porque al fin y al cabo es ahí donde uno comienza a vivir, donde uno empieza a guardar instantes, y donde uno empieza a convertirse en lo que es en la actualidad.
Mi primer recuerdo es en Las Cabezas, viví allí hasta los dos años y medio más o menos, así que supongo que rondaría los dos años en ese momento. Mi casa estaba en una zona peatonal, con casas pequeñitas a ambos lados de la calle. Al terminar la calle no había nada más construido y sólo había malas hierbas creciendo a su antojo. El caso es que recuerdo que era el momento justo en el que anochecía, cuando todo parece gris, cuando el sol se ha puesto pero todavía se resiste apagarse del todo. Yo corría detrás de un niño. Iba siguiéndolo, dando tumbos por la calle, hasta que entramos en una casa. No recuerdo quien era el niño, ni si era mi casa, o la de algún vecino. Pero la puerta estaba abierta, y el niño había entrado y yo lo seguí. Recuerdo que la casa era muy oscura. Había unas escaleras a la izquierda, la única luz provenía de una lámpara de pie de madera. Seguramente no fuera así pero en mi cabeza la habitación parecía tener un extraño tono naranja. Yo seguía parado en mitad del salón, del niño no había ni rastro. Me paraba a mirar todo lo que había alrededor. De buenas a primeras me doy cuenta de que hay una señora mayor sentada en una mecedora al lado de la lámpara. Llevaba un vestido negro. La mecedora estaba orientada hacia la puerta, de espaldas a un televisor apagado. Me quedé mirándola fijamente, ella no dijo nada, no hizo ningún gesto, simplemente me miraba. Lo que más recuerdo es que sus ojos eran como dos pequeñas canicas negras. Creo que si la situación se repitiese ahora posiblemente estaría con los bellos de punta, cagado de miedo, pero supongo que a esa edad todavía no me había dado cuenta de lo que era el miedo… feliz ignorancia… Lo que pasó a continuación lo recuerdo de manera turbia, confusa, pero recuerdo que entró en la habitación de nuevo el niño, me hizo un gesto, y volví a salir corriendo detrás suyo. A travesamos un pequeño pasillo y terminamos en una cocina. Lo último que llego a recordar son los blancos fluorescentes que la iluminaban.
Como veréis no es una gran historia, tampoco he dicho que lo fuera… Alguna vez he hablado de ello con mi madre, le conté exactamente lo que vi, y me dijo que la casa que describía era la casa donde nosotros vivíamos, pero jamás había vivido allí una mujer mayor. Así que supongo que la casa sería de unos vecinos, o quizás algún familiar nuestro se quedase durante unos días en casa. En ese caso lo que acabo de contaros sería el principio de mi vida, el momento donde puse el contador a uno, el momento en el que me empecé a convertir en lo que soy. Pero también puede ser que mi primer recuerdo sea una farsa, un cúmulo de pensamientos extraídos de historias, de fotos, de videos, etc…, que fuese el recuerdo de un recuerdo… A priori puede parecer que si ese fuese el caso, toda mi vida habría empezado a labrarse sobre una mentira, pero no es así como yo lo veo. Me explico, en primer lugar dudo que sea un falso recuerdo, pero en el caso de que lo fuera, lo que os acabo de contar no sería la mentira con la que empecé mi vida, sería más bien la primera historia que inventé en mi vida, aunque fuese en mi subconsciente, y el hecho de empezar mi vida creando historias, es algo que me hace sentir bastante bien.
Peraltucho